Propileos
Fueron construidos en los inicios del siglo III, en la época de Caracalla encima de una escalinata monumental y constituían el acceso al área sagrada del templo de Júpiter. En origen formaban parte de una fachada de 12 columnas, entre dos torres muy altas, sobre la que se asentaba un frontón.
En el muro restante se abría un ingreso central por el arco y dos pasos laterales, que más tarde fueron cerrados. El muro estaba decorado por dos pisos de hornacinas que en origen debían albergar estatuas, encuadradas por un pequeño santuario con frontones alternativamente triangulares y arqueados, sostenidos por lesenas de estilo corintio en la planta baja y de estilo jónico en la planta superior.
Propileos del santuario de Júpiter.